Creo un blog dedicado a todo el material grandioso que me hizo crecer como seductor, como hombre y, sobre todas las cosas, como SER HUMANO. Y no voy a dejar de lado mis reflexiones y aportaciones. Hay un POTENCIAL NATURAL que quiere liberarse.. Esto promete y mucho, si quieres enriquecerte estas en el lugar adecuado.. B I E N V E N I D O.

domingo, 21 de octubre de 2012

Erotismo masculino para chuparse los D2


Chicos y chicas, no estoy revelando ningún secreto cuando digo que los hombres en el sexo, una vez apagado el deseo por el orgasmo, nos sentimos saciados y necesitamos apartarnos, dormirnos, fumetear… El sexo, que al principio nos parecía vital y divertido, de repente, nos parece una catástrofe. ¡Incluso podemos sentir fastidio por estar cerca de ese cuerpo al que primero deseábamos tanto!
Si has visto la película “El Bar Coyote”, quizá recuerdes la escena en la que la propietaria explica el origen del nombre del bar. Hablaba de sufrir un “Coyote Ugly” a ese desagradable despertar junto a alguien al que ya no deseamos.
Como esto no es patrimonio únicamente masculino, le pregunto al aire ¿Por qué ocurre esto?
Y el aire va y me contesta con un chiste: ¿Te sabes ese del chico que conoce chica, se folla chica, expulsa de su casa a chica por ser “demasiado fácil” pero, misteriosamente, parece que el orgasmo lo tiene mientras lo está contando, curiosamente a voces, a cualquier desconocido?
Afortunadamente ninguno de los dos, querido lector, es el protagonista del chiste, pero deberemos ponernos en su piel para seguir comprendiendolo. Por mucho que nos esforcemos en intentar
aparentar, con ese tipo de exaltaciones de supuesta e insultante artificialidad masculina, que somos “machos muy malos”, tan solo estamos revelando, nuestra incapacidad para haber atraído a una mujer a nuestra altura y por tanto, nuestra incapacidad para sentirnos hombres realizados.
¿Pero quién es el guapo que, con el ego masculino “de serie” que traemos, acepta esto? Muy jodido. Nuestras disonancias particulares masculinas nos lo impiden cuando, la cruda realidad es que al final, atraemos y follamos lo que somos. Así, en realidad, no estamos atentando sobre la integridad de la chica, sino sobre la propia nuestra, pues ella es reflejo de nuestras actitudes masculinas.
Toda la charla anterior me sirve como preámbulo para mi visión sobre el tema del sexo: Egoísmo en Estado Puro. Utilizar la satisfacción de sus necesidades femeninas como vía para nuestra propia realización masculina, haciéndolo un arte a través de nuestra expresión erótica particular. Con juego de palabras incluido: Sentirse el hombre que eres en verdad para sacar la mujer que es en verdad.
Todos merecemos encontrar personas dignas y merecedoras de nuestra seducción, de nuestras complacencias y deseos e, incluso, de nuestros placeres post-orgásmicos. Nos merecemos polvos que traigan prietos abrazos y besos, conversaciones íntimas y ese sueño reparador del que duerme estrechamente abrazado. Despertar a mitad de noche y volver a rondar para, de nuevo, volver a repetir esa dinámica hasta el despertar de un nuevo día que, quizá, invite de nuevo al disfrute de los placeres y a la lujuria de un nuevo amanecer. Y sobre todo, no hacerlo por ellas, porque nos hayan dicho toda la vida que son más “románticas” y lo necesitan, sino por nosotros mismos, como una expresión de nuestra masculinidad real y latente, quizá oculta por limitaciones sociales y ambientales, pero que llevamos dentro y se contiene en secreto a cada respiración que hacemos.
Hombres y mujeres somos seres humanos que merecemos ser tratados con respeto y en el sexo, salvo que nos pidan expresamente lo contrario, jeje, tenemos que olvidarnos de la seducción egoísta que tan sólo deja dolor y víctimas en el camino (en el amor todos somos verdugos, jajaja*) y darnos cuenta que cuando se “da” libremente (aquí hay un doble sentido para los malpensados), desde la íntima sinceridad y la abundancia de sensualidad y emociones, se recibe más (no es el más de cantidad, sino de intensidad).
*(n.del. a: lo siento lectores, sé que suena a chiste malo pero sólo me puede hacer gracia a mí y a una personita que no creo que jamás lo lea. Espero que participes de un pequeño homenaje a ella y se te escape ahora una ligera sonrisa de complicidad ;) )

El morbo de la confianza
Te aviso: hablando de romance y amor, a mí no debes hacerme mucho caso. Siempre he creído que, de una forma incomprensible y nada previsible, dos desconocidos que nos ponemos “ojitos” estamos destinados a aquel día y a ese momento concreto del tiempo, siempre que librásemos a nuestros ojos de las vendas que impiden ver y mostrar la verdad: tu, yo y ahora.
Así, necesariamente, cuando eres “el uno para el otro“, incluso para una efímera noche, es más fácil. Parece que algo viene “de serie”, una especie de confianza, de intimidad entre desconocidos, de ese “siento que ya te conocía” que siempre ha impulsado mi líbido sobremanera. La complicidad generada me excita salvajemente, a la vez que, curiosamente, despierta mi lado más atento, superñoño y arropador.
Como hombres de este mundo emocionalmente moderno nos ayudaría identificar nuestros actos sexuales con nuestra forma natural de ser y con nuestras formas de amar como hombres. No es sólo mi pene o su vagina los que necesitan ser estimulados para alcanzar el placer: es todo mi ser el que quiere sus caricias y ternura para poder extasiarse. Por eso, para expresarme sexualmente en consecuencia, encuentro necesario descubrir el equilibrio entre lo que necesita como mujer y mis emociones y sensaciones masculinas.
Este es para mí el camino de la salud y el bienestar sexual y romántico: la terapia de hacer que la atención a sus preferencias como mujer y al deseo de su placer sea también lo excitante para mis necesidades de expresión emocional, sexual y romántica como hombre.
Predestinados por cupido o por un calentón en vías de extinción, creo que no debemos pasar la oportunidad de, con independencia de la naturaleza de la relación emocional-sexual que tengamos entre manos, entregarnos al placer y sensaciones que nos provoca nuestro sentir sexual masculino, a través de un erotismo que catapulte nuestro lenguaje corporal y poesía a cotas celestiales, un erotismo que se base en jugar atendiendo las necesidades del otro.

Por Santi. 
Fuente: http://www.egolandseduccion.com/erotismo-masculino-para-chuparse-los-d2/

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